Para empezar, quiero aclarar que esto no es una protesta por las regulaciones o leyes que nuestros gobiernos están realizando. Tampoco voy a explicar por qué los profesionales del ejercicio ahorramos muertes y gasto sanitario antes y durante la pandemia En este artículo intento lanzar unas ideas fruto de unas reflexiones que han surgido en este año que llevamos de pandemia.

Los que me conocen saben que soy muy crédulo, si me haces una broma con ironía y no te ríes, casi seguro que ni me dé cuenta de que te estas quedando conmigo. Por el otro lado me gusta que las cosas encajen en mi cabeza y constantemente cuestiono el porqué de las cosas.

Por ello no pongo en duda que nuestros gobiernos toman las decisiones que están tomando por evitar el colapso de los hospitales públicos, y que la caída de la economía ha sido algo insalvable si queríamos salvar miles de vidas y reducir el colapso de la sanidad.

La Wikipedia dice: un virus es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede replicarse dentro de las células de otros organismos. Por lo cual los virus necesitan organismos vivos para subsistir.

El sistema inmunitario es el conjunto de elementos y procesos biológicos en el interior de un organismo que le permite mantener la homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de naturaleza biológica (agentes patógenos) o físico-químicas (como contaminantes o radiaciones), e internas (por ejemplo, células cancerosas). Reconoce lo dañino y reacciona frente a ello (ya sea agresión externa o interna).

Partiendo de este conocimiento, más el innegable porcentaje de personas que han pasado el COVID sin síntomas de gravedad, gracias a que su sistema inmunitario y el conjunto de todo su organismo estaba preparado para combatir su agresión.  Creo que queda claro que en nuestro interior está el si no la mejor vacuna, al menos el mejor antídoto contra el COVID y restos de los virus existentes.

Con esta información en la cabeza me pregunto:

¿Cada vez que surjan muertes por un virus en cualquier lado del mundo vamos a repetir las mismas directrices y restricciones que se han seguido en esta pandemia?

Los virus han estado y van a estar hasta el final de nuestros días por lo que esto que ha pasado podría pasar cada año y en mi opinión, más probable si seguimos desequilibrando el medio ambiente al que todos los seres vivos pertenecemos.

 

Un fundamento de la inteligencia emocional y de la productividad es hacerse 3 preguntas cuando hemos realizado un proyecto o solucionado un problema. Estas preguntas son:

¿Qué ha funcionado?

¿Qué no ha funcionado?

¿Qué se puede mejorar para la próxima?

Ahora creo que es el momento de mirar al futuro y las 2 primeras preguntas se las dejo a aquellos que tienen el poder y las estadísticas para ver que ha funcionado y que no.

Al ver las tendencias políticas, todo apunta a que vamos seguir con nuestra naturaleza humana de matar a todo lo externo que pueda causar una molestia, es decir:

  • Evitar en lo posible todos los contactos entre nosotros, en definitiva, alejarnos, distanciarnos.
  • Desinfectar y esterilizar todo lo que está a nuestro alrededor, sea un agresivo o no lo sea.
  • Vacunarnos a toda la población de cada virus que tenga una posibilidad de matarnos.

En resumen, debilitarnos cada vez más como especie y para subsistir matar lo que no se adapte a nuestro desconectado ritmo de vida.

¡¡¡Aquí es donde alzo mi voz con un basta ya!!! (No por la vacuna)

Para mí esto es rendirnos, desconectarnos más del ciclo vital de la ecología a la que pertenecemos. En definitiva, hacernos más débiles y seguir con nuestro comportamiento de matar a todo lo que nos rodea.

Aquí me surgen 2 preguntas que me gustaría que expertos me respondieran:

¿Qué diferencia a los que han perdido la vida, de los niños, de resto de asintomáticos o de los animales?

¿Qué podemos hacer para evitar que esto no se repita, cómo estar preparados?

Tal vez si invirtiéramos la misma energía y el dinero que hemos invertido en encontrar vacuna, en encontrar respuesta a estas dos preguntas, además de reducir el miedo, estrés y desesperación qué también mata en estas situaciones, podríamos descubrir la raíz de esta pandemia, tal vez eeehhh.

Aquí me meto de lleno a dar mi opinión:

Si lo que queremos es evitar muertes y colapsos de la sanidad, es hora de aprender de los errores que venimos haciendo desde hace ya siglos. Basta ya de transformar la naturaleza como si no fuera parte de nuestra vida y salud.

Es hora de inculcar una educación saludable, es momento de que los niños aprendan como vivir, para que ningún virus sea razón de quedarse en casa, para que ningún virus sea razón de no abrazar a sus abuelos o padres, vamos a educar a esos niños para que puedan reunirse con amigos sin miedo a morir por algo que estará ahí siempre.

Hay cientos y miles de estudios científicos que nos han dado información certera de como fortalecer nuestro organismo, como tener un sistema inmunitario preparado para los desequilibrios que agentes externos puedan provocar.

Si queremos evitar muertes en un futuro, es hora de crear un sistema social y gubernamental en el cual la salud global sea su eje axial.

Una cultura global y unida, en la que todos consideremos la salud como un derecho primordial y una responsabilidad de todos, como ciudadanos de un mundo interconectado.

Con valores cívicos, reglas y legislaciones que promuevan hábitos saludables como:
  • Descansar adecuadamente considerando cantidad y calidad del sueño
  • Nutrición equilibrada en la cual la naturaleza sea nuestra fuente de energía y salud
  • Ejercicio y actividad saludable
  • Consciencia cívica donde el bien de uno es el bien de todos.
Para ello los gobiernos junto los ciudadanos promoverán y se protegerán con:
  • Trabajos dignos que permitan los puntos anteriores.
  • Abaratar los alimentos saludables para que estén al alcance de todos y encarecer todos los alimentos debilitadores del sistema.
  • Crear una cultura saludable en las que se incentiven los hábitos como el ejercicio, la música, la meditación, las charlas, reuniones de amigos y contacto familiar de cariño y apoyo.
  • Los psicólogos, terapeutas, gimnasios y todo lo relacionado con la salud sería un bien accesible para todos los ciudadanos.
En los colegios todos los niños del mundo se educarán en valores y habilidades para mantener una sociedad sana:
  • Inteligencia emocional y las herramientas como la atención plena o la empatía serían pilar de educación.
  • En general cuidar de su salud física y mental como principal habilidad para una vida prospera.
  • El cómo nutrirse, crecer y relacionarse, y él porque de todo ello.
  • La competición como método de autosuperación y progreso común y no como desprecio hacia otros.
  • En general a considerarse partes de un sistema global al que todos pertenecemos y al mismo tiempo influimos.
Indudablemente de manera intrínseca a todos esos transformaciones a través del tiempo surgirían de manera automática cambios como:
  • Control de los cultivos transgénicos.
  • Uso de los animales respetando la naturaleza y su ecosistema
  • Prohibición de la obsolescencia programada.
  • Favorecer las energías renovables.
  • Reutilización y reciclaje de todos los envases innecesarios.
  • La ecología innegociable por encima del beneficio económico personal.

Estos y otros miles de puntos que los niños de hoy realizarían siendo los adultos conscientes del mañana.

Creo certeramente que, si pusiéramos el foco en esta dirección, en un futuro no necesitaremos parar el mundo por ningún virus ni ningún otro ente patógeno, ya que en nuestro interior llevaremos la mejor vacuna que es estar en equilibrio con la naturaleza.

Tengo clarísimo y creo con todo mi corazón que todo esto sería posible si el poder del amor, supera al amor por el poder, esto sólo sería posible con una unión de los gobiernos y al ver que nada de esto se plantea en las cúpulas que rigen nuestra sociedad me entra otra duda…

¿Habrán realmente tomado decisiones por la salud pública?

Si no fuera esa la razón…

¿Cuál es la auténtica naturaleza de todo lo que se está haciendo?

Como no quería crear debate… mientras seguimos cada vez más aislados y separados, me quedo reflexionando con la última pregunta y haciendo lo que está en mis manos para que este virus no me gane la partida.